Escurrí la lengua
y goteó
en mis oídos
así tragando de nuevo
el ciclón salado
de mis pequeñas
grandes
emociones
juré olvidarnos
y olvidarte pude
sin embargo olvidarme
ardiendo en tu olvido
olvidar, no puedo.
Olvidar, olvidar, olvidar.
qué palabra más extraña.
30 de marzo de 2010
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