(La rabia le empaña la vista)
La rabia, el dolor, la impotencia, el corazón roto, destrozado, putrefacto: descomponiéndose entre sus manos hechas un cuenco, sujetándolo con asco.
Tiene el pecho vacío, con un gran agujero en medio por el que ver a través.
Y a través está él, con su cara enmarcada por la herida de ella, sangrante e infectada.
"Me dueles, me escueces, se me retuerce el alma si me tocas... se me cae la vida, desinflada, a los pies. Con las articulaciones encalladas en la última sílaba.
La maldita última sílaba que me vio desfallecer.
Te me escapas, te me escurres, te deslizas y te pierdes.
Me aprieta justo aquí, donde no me queda ya nada.
Donde tú construiste y derribaste, donde ya nadie me toca.
Donde aún se huelen las cenizas.
Donde yazco,
donde me arrastro."
Se deshace en palabras. Se lame los recuerdos.
Lasciva, enferma, le llora desnuda.
"El cuerpo me retumba
y yo
no lo aguanto."
Dice.