Por mucho que te guarde, satinada
sobre papel fotosensible
te me escurres entre los días
que me envejecen,
y, burlones
los ojos que creí mirándome
no hacen más que despistarme
a pesar de seguir quieta
preciosa,
iluminada.
habitando la órbita cúbica
arrinconada en todas partes
inhalando desde dentro
y yo te guardo, dolorida;
te guardo porque te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario