28 de agosto de 2007

Puntas suspensivas.

¿Y de qué sirve escribir?

Por más que esto se llene de códigos sangrantes,
no se ausenta la ausencia.

Di, entonces, ¿de qué sirve escribir?

26 de agosto de 2007

Vocal.

Odio las palabras
con su vacío significado.

Prefiero llenar mi vacío
con tu significado
y olvidarme del sonido
de la dificultad.

21 de agosto de 2007

Fantasy.

Cada incis(i)o(n) perturbaba el brillo de su piel.
Un mapa se desplegaba a lo largo de sus brazos.

No era de porcelana.

Ni nunca lo fue.

El miedo se repartía las dos pupilas flotantes sobre el iris oscuro.
Recelo encubridor y encubierto.
La envoltura de no-porcelana confesaba, por el contrario, carreteras y senderos
hacia su única verdad.

Cada vez queda menos para llegar hasta el centro.
Y a ella siempre le gustó sentir la nostalgia
que provoca una falsa lejanía.

Destierro emocional.

20 de agosto de 2007

Runner.

Estás (tan lejos)
que no me permito
caminar por encima del asfalto enemigo.
Fábrica de kilómetros.
Generador de distancias.

Así que me cuelgo de cada
antena
barra
recuerdo.

Y sin esperarlo
me abraso las manos
quejosas, sangrientas.

Vacías.

19 de agosto de 2007

A.

Se dice que aquella camina sobre un asfalto roído por la memoria.
Que arrastra los pies descalzos y se queja al ver la carne abierta.
Por ahí escapa, roja, la rabia.

Palabras que nacen prematuramente
mueren prematuramente.

Una vida de duración silábica.


Se dice que aquella resbala entre los días sin hacer mucho ruido.
Ya, tras haberlos sorbido todos con prisa.
Se le atraganta el tiempo.


Porqué...
de aquella se decía
que no supo nunca pronunciar la zeta.

De feliz.

Yoes enfrentados.

¿Cómo pueden ser las mismas manos
las que acaricien,
las que hieran?

15 de agosto de 2007

Me preguntaba si la hora del día en la que se tiene más hambre
está condicionada por la hora en la que se nace.

Me preguntaba si uno se puede sentir más noviembre
a pesar de haber nacido en agosto.

13 de agosto de 2007

Transfusión.

¿Tiene miedo el ser que vive ahí dentro?
Soy yo, más cerca de mi centro.
Es alguien que habitó tiempo atrás mi pensamiento.

Y si le hablo... ¿de quién será la voz que me responda?

¿Del valiente?

Apuesto a que yo sigo siendo yo a pesar del cambio.
Este latido soy yo.
Si congelase mi parpadeo, seguiría siendo yo.

Y las palabras que son yo, encarceladas entre las rejas del miedo, siguen siendo mías.
Continúo siendo yo, diciendo todo lo que no digo.

Coagulando sentimientos.

Licuando.
Sangrando.
Lamiendo.

10 de agosto de 2007

||


Hay algún cable suelto entre mi corazón y mi garganta.





7 de agosto de 2007

Nube.

Hoy la ciudad está hueca.
Se congestiona el cielo.
Puedo notar cómo me pierdo entre tanto silencio.

De fondo, el mecanismo de los coches, circulando.
Virus intravenoso.

No hay voz.


Me resbala incertidumbre por una mejilla.
El sonido de ese claxon suena igual aquí que en cualquier otra esquina de este mundo.

Ha pasado de serlo todo
a ser la causante.
¿A qué mitificar ahora?

De pequeña, era mucho más luminosa y alta.
Ahora resulta ahumada y triste.


Hoy la ciudad está hueca.

Punzada.


¿Dónde fueron las palabras?