29 de marzo de 2008

Frío en el abecedario.

Debo salvar a las palabras
de su confusión
Ahora grita Nunca
Valentía escribe Cobarde,
con la punta de su sable.

Debo salvar a las palabras
Monte dice tumbarse
sobre un Valle grisáceo
teñido en ceniza.
Amor susurra...
Amor susurra al vacío, llenándolo
con espacio.

Debo salvar a las palabras
de su confusión.
Debo salvar la sigla
y el apellido.
Sarah observa 
Sarah retiene, y
...

olvidamos la purga emocional

27 de marzo de 2008

Se ha cortado 
un segundo cordón umbilical

se ha abierto
la primera noche
de mi segunda vida

la cama se traga mi cuerpo
tieso y desocupado
mientras yo me aferro a la mano
que le pertenece

me trago el dolor
que espinado se desliza
rasgando
abriendo, liberando


25 de marzo de 2008

Medium.

Me grito porque la voz rebota
sobre superficies invisibles
tan cosidas a la piel.

Me angustia la distancia
verte durmiendo, tan lejos
y no notarte en las yemas.

Recojo mi humilde morada
y entre las piernas reposo la cabeza
temerosa, temblorosa
una cuna sobre mi cuello.

Me grito porque la voz rebota
arañando los rincones
que solías ocupar.

Me grito porque temo
que llegue el momento en el que no me oiga
que mis latidos marchen
mientras sigo buscándote
en uno de tus malditos sueños.

Y atrapada me hallo 
perdida dentro
como flotando sobre este par de pies.
Gritándome.

Recógeme el corazón
que me revuelve la agonía
de no encontrarte.





21 de marzo de 2008

Tren.

Junto a la ventana veía el mundo como algo ajeno, abalanzándose sobre ella como una corriente de agua, ahogándola. Se retorcía un mechón rubio, y sus pupilas apuntaban vacías al escenario que latía tras el cristal. Con torpeza se revolvió sobre el incómodo asiento, golpeándose sin querer con la rodilla de su compañero de viaje.
- Lo siento - se disculpó avergonzada.
- Tranquila. Está bien. - su voz era suave y pausada, como un acogedor mar en calma - Parece que debe hacer frío ahí fuera, ¿verdad?.
Ella lo miró, devuelta a la realidad del vagón por su voz casi hipnótica. El flequillo le cubría el ojo izquierdo. Su ojo derecho era de un precioso color gris. Sus facciones eran como suaves pinceladas sobre un lienzo virgen. El cuerpo reposaba sobre el sillón en una especie de simbiosis; su respiración marcada por el sube y baja de su pecho, le recordó al ruido de las olas trepando por la orilla. 
Le sonrió en un gesto cálido, provocando en ella un ligero rubor. 
El chico se llevó la mano a la cara y se retiró el flequillo en un gesto casi imperceptible. 
Ella vio entonces como brillaba, azul, su ojo izquierdo. Lo miró asombrada, como si buscara la respuesta de un enigma. Su expresión se mantuvo estática durante unos segundos, mientras él restaba líquido sobre el asiento, regulando el oleaje con su respiración.


Liberó el mechón de pelo, que cayó rizado sobre su tostado hombro.

- Sí...- balbuceó la chica al fin - Aquí se está mejor.




10 de marzo de 2008

La verdad.

La verdad es que sí, ha cambiado.
Carezco de órganos; en su lugar habita un cómodo caos.
Imagíname a trasluz, un engranaje chirriante
escandalosamente perfecto
nutriéndome de imágenes diseñadas
durante fases REM.

Imagíname flotante
dentro de mi propio cuerpo
imagíname; sí
que vives en el reflejo
en un mundo invertido
mi realidad zurda
mi estado más racional
en el que tú eres la Reina.

La verdad es que sí; ha cambiado.
Pero siempre dentro
de una esfera temporal
pudiendo ver, a través de su transparente cuerpo
con total nitidez
mi otro lado.

La verdad es que sí.
Yo he cambiado.

8 de marzo de 2008

.

Me duele no sentirme parte de nada
y es el jodido puto sentimiento que llevo persiguiendo
desde que me sentí demasiado mitad
de algo tan oscuro como conocido.

5 de marzo de 2008

La Extraña II

Veo el cursos palpitar
se me ha olvidado cómo sujetar el lápiz
y empezar a sangrar.

He olvidado cómo vomitar
por si se escapase el corazón
histérico
en una arcada.

He olvidado cuál era el secreto
para no acordarme del paso del tiempo
y apretar sin miedo.

He olvidado lo poco que me importaba
saber que todo me importaba demasiado
y apagar las luces
hecha una C.

He olvidado algunas palabras
de tan poco usarlas.

Y se me ha olvidado
cómo olvidarme
de todo lo demás.

Y siguen atándome a la butaca
en la maldita primera fila
donde puedo verme
tan alta, sobre mi putrefacta realidad
resolviéndola
de un soplido.

Ella, que no soy yo, habla
hace uso de mis articulaciones
flexionando mi rigidez
ablandando mi pánico
hasta hacerlo líquido.
Dilatadas las pupilas
queriéndola absorber
pero está tan lejos...

Las luces me ciegan
aplausos, silbidos
y de nuevo, el estallido
esa tormenta
por dentro y por fuera.




3 de marzo de 2008

La Extraña I

Lejana, de vocabulario negro
se describe mi pequeña figura
aquella que habité
con pocos recuerdos
y mucha memoria.

Lejana, sí
cargada de feas palabras
tristes, pesadas
como un tropiezo en el barro
ensucio mis zapatos.

Cada hora se suma a una cuenta atrás.
Cada vez que olvido datos
colores
olores
y pierdo visión
gano distorsión.

El corazón bombea, torpe
se atragantan las emociones
en las arterias.
Miedo a que duela.
Miedo a que me coja sola.
Tan físicamente sola.

Echo la cabeza hacia atrás,
y de nuevo intento borrar
sobre mi frente
con el pulgar
todo lo que ensucias.