Gotean los kilómetros
sobre la tierra
seca
la piel agrietada
escamosa y gris
como un domingo de sueño
entre las sábanas.
Gotean los kilómetros
tam, tam, tamborilean
esta y cualquier otra noche
alumbrando el eco
aquí, conmigo.
En mi sueño el agua no ahoga
se lo llevará todo
me trae el llanto de un bebé
y un olor que, una vez despierta
germina en mi retina.
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