el párpado medio cerrado
de un cuerpo curvado
enrojecido por el dolor
húmedo y solitario.
Celadora de su libertad
...qué niña tan triste.
¿Recordáis, chicas, el Sol sobre nosotras?
Caldeándonos el alma.
Una vez conocí a la voz cansada
de la oprimida voluntad
en un día infinito
ahogado entre mecanismos muertos.
¿Recordáis, chicas, los secretos a oscuras?
Cosiéndonos la confianza.
Recuerdo sus risas en el patio.
La recuerdo a ella.
Asomando su menuda cabecita,
habitando su fragilidad
vistiendo el miedo
blanco y resplandeciente
en perfecta armonía.
¿La recordáis, chicas?
Para Verónika.
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