Es como un viejo amor
que entristece ver alejarse
tan iluminada y tan pesada
por el rugir de la gente en sus tripas
con los mismos cuatro rincones.
Me parece haberte oído crujir
como un quejido agudo
entre el tiempo.
Y te odio, de verdad
que te odio
por darme y quitarme
y devolverme la náusea
de un recuerdo
trepando desde el centro
hasta la comisura del ojo.
Estoy cosida
o casada
o parida por alguna
de estas calles.
*Como una Andrea en calle Aribau. (Nada - Carmen Laforet).