1 de febrero de 2009

Piano.



Cuántos ojos
guardados
mezclándose sus pupilas
y las voces que se besan
me estremecen, frías al oído.

Se tejen las miradas 
a mi pecho.
Y el parpadeo,
como un latido,
descansa sobre él.

Los dedos que aletean
como luciérnagas
alumbrando mi cama.

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