12 de noviembre de 2009

Libre.

La ceguera debe ser
mi obviedad
y tan desapercibida
quizás porque gran parte del todo
es imaginación que yo misma alimento
y la realidad
se ahoga entre la oscuridad
sí,
tan ciega.

Tan, tan ciega.

Arroja mi libertad al mar.
Que se me anudó la vida
en el pecho.
Desaparece, desgraciado.
Y llévate nuestros días contigo.

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