30 de junio de 2012

salado.

la gota sobre el agua
creando la diana perfecta
el oleaje calmado
casi como la respiración dormida
balanceándose
llevándome con ella
el agua
tan densa, tan profunda
el rostro de mi más
anciano temor

y ahí aparece de nuevo:

el amante, el hijo
el mar.

balanceándome
llevándome con él.

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