el deseo brota
de mi boca
y gime, y te llama
relamiéndose;
respiración
de oleaje furioso
estallando contra
cada una de mis esquinas
mis piernas hechas
una trenza
conteniéndose
y entre ellas tu vacío
el que espero
recuperes
una
y otra
y otra
y otra vez.
Mierda, estoy hechizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario