23 de noviembre de 2008

Alumbramiento del despojo I




me encarcelo los dedos
por miedo a imantar
la carne 
a la carne
y saciar el círculo

se repiten los trágicos finales
que tanto persigues
el romanticismo absurdo
de los libros que apilas
dentro de una mente hermética
con anarquías cuadradas
y miedos infantiles.

me excita
tanto
que la piel se da la vuelta
y me ves;
víscera y músculo
encarnando a la repugnancia
a la perversión.

las carnes se abren
cálidas
te anulan.
la carne se abre
cálida
te alumbra.


1 comentario:

Manikiatriko dijo...

Parece que se desgarra cada palabra mientras se lee.

Un gusto.