4 de abril de 2009

Él (acorde segundo y sólo).



La miraba como si viera a un extraterrestre.
Le hablaba en un idioma desconocido
empapándose las mejillas de despojos.
Retrocedió con cuidado hasta alcanzar la pared.
Le caían los pantalones
a la vez que le resbalaba la entereza
pierna abajo.

"Me acostumbré a tu cuerpo
línea armoniosa sobre mi caos perfecto
respirando tranquila, sintiéndome un poco más cerca
si dormías.
Y ahora que nos vamos los dos, por alejarnos y echarnos de menos
alumbrar distancias que me aten más a ti
amputarme los dos brazos
enlazados a tu espalda
y tu figura de múltiples esquinas
cayendo pesada sobre la mía
aplastándome el pecho
así me gusta sentirte.
Dentro."

Él la quería.
Y tanto que la quería.

1 comentario:

àrid absurdalah dijo...

coja pero viva, aparezco de nuevo
en un mundo
que parece que no ha cambiado
tanto como creo haber cambiado yo.


(árbol mío! qué es de tus días?)