rascando más que hurgando
que cuando se hurga,
sabrás que algo se saca
y yo de rascar, alumbraré nuevas heridas
más que recuperar antiguos escozores
con la falta latente, un eco estridente
en este vacío tridimensional
y más hondo se hace
cuando lo alimento con lamentos
y falsos cumpleaños.
Qué raro dieciséis de abril,
papá.
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