9 de noviembre de 2007

Afecto: código incorrecto.

Fue debajo de esas lucecillas parpadeantes
de un amarillo histérico
cuando caí en la cuenta de lo muy
muy adentro
que quedaron los días.

Quizás el miedo sea una estúpida excusa
para que te acerques y me acaricies el pelo
prometiéndome
siempre prometiéndome
que te quedarás hasta que me duerma;
o incluso más.


Crezco y se proyecta desde mi joven memoria
la imagen, historia, leyenda.
Mi cuerpo, tal y como lo conocías
sigue partiéndose.

¿Lo estoy haciendo bien?
Dime, si es que conoces el final.
¿Lo estoy haciendo bien?


No hay comentarios: