27 de septiembre de 2008

Arma.

Se le escurrió la forma
entre los dedos.
Cayó, desierta de sí
sobre un cálido regazo.

Se bebió el reflejo
y se le atragantó el alma.
Se llora, que llora y llora
y quiere reducirse a media.

Se llora, que llora y llora.
Y se intenta tragar.

Con el dolor que esto genera,
amor.
Con el dolor que esto genera.
Que aún me queda carne
por rasgar.
Híncame. Hondo.
Híncame el sentimiento,
que yo te sangro.

No hay comentarios: