10 de junio de 2010

(ÉL) en la ciudad.

Es difícil definir una ciudad.
Proyectaba sus sentimientos en cada una de sus calles. Le parecía estar paseando por barrios entrañables si le iban bien las cosas.
Otras veces, sin embargo, salía a tomar el aire y sólo le parecía distinguir grises y verdes horribles. Un paisaje plano, para nada atractivo. Gente sucia, gente triste. Gente pobre, gente sola, gente peligrosa. Gente sin expresión. Gente.
Es difícil definir a una ciudad sin definirse a uno mismo.
Cuando las cosas van bien, la masificación no le molesta. Sigue viendo gente, no tiene necesidad de buscar personas.
Proyectar. Había salido en busca de él mismo varias veces, aún sin saberlo. No nació en esa ciudad. No creció entre esas calles. Tenía gran parte de su vida empaquetada en 2 maletas. Dormía en albergues, en habitaciones alquiladas de pisos de mala muerte; alguna vez llegó a dormir en la calle. Para ese entonces la ciudad era insegura. Triste; fea. Acabó haciéndose con un pequeño estudio, cerca del centro. Un colchón y alguna cosa más que recogió de la calle eran todo su mobiliario. Aún así la ciudad seguía siendo fría. Se llevaba chicas a casa, les acariciaba el pelo. Le gustaba cogerlas por detrás y olerles la nuca.

[...]

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