13 de junio de 2010

(ELLA) en su ciuda.d (sin él)

El hedor a podredumbre emocional residía entre esas cuatro paredes.
Deboraba sus cuatro extremidades.
Enmarcaba sus antebrazos sobre un fondo blanco. Reseguía cada cicatriz con la mirada.
Se pintaba con bolígrafo rojo. Se encogía sobre la cama.
Se enquista la rabia en la garganta, enrojeciéndole los ojos.
Inmóvil, sin parpadear. Fija la vista al techo, invisible a su percepción. Cristo caído sobre el edredón.
Lo recuerda, respirar junto a su oído. Aliento cálido, contaminado.
Su cuerpo, de dimensión indefinida, encajado sobre el suyo. Sin ser ninguno nada del otro, dos satélites sin rumbo, dueños sólo de un segundo.
Segundo que dedicarían al otro. Comiéndose los ojos, cosiéndose las bocas.

Chocándose
cuerpo frío
contra cuerpo frío
como dos placas
metálicas
queriéndose fundir.

retorcida como una rata
carroñeros
sobrevolándose uno sobre otro
aguardando, ansiosos
salivando desde lejos
salivando desde dentro. hacia dentro. humedeciéndose. abriéndose paso hasta llegar a cualquier otro lado. tan dentro y tan lejos.
acción reacción. el poder de provocar en ella, el gesto torcido. la mueca, el rostro contraído.
El cuerpo tenso, encarcelando el suyo. Y él, revolviéndose dentro. Tan dentro
y tan lejos.
Ella no le mira. Él, ya no la encuentra.
entre.lazados




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